20 ago 2011

Exponiendo Teoría "Déjaselo a él y verás cómo lo soluciona"

Es increíble la facilidad con la que los chicos resuelven las cosas. Lo más complicado se convierte en lo más simple del planeta sólo con su presencia. Hay varios hechos que confirman la teoría: "Déjaselo a él y verás cómo lo soluciona".

Existen distintas temáticas distintas a las que se puede aplicar ésta teoría. A modo de ejemplo, ilustraré alguna de ellas:


Ellos conducen mejor. Sin duda, todas sabemos que nacieron conduciendo (las patadas en la tripota de niño vs. niña son claras muestras de lo evidente), nunca cometen errores, saben coger las redondas mejor que nadie, no rozan los coches y aparcan en 5 nanosegundos. Sin embargo, es increíble su facilidad para molestar cuando son ellos los acompañantes. Nunca haces nada bien: vas muy pegada al de delante, te has pasado la salida, era mejor el otro sitio para aparcar, yo hubiera aparcado en menos tiempo... Primera solución: chicas, que conduzcan ellos. A partir de ahora seremos auténticas señoras, con chófer y todo.... que critiquen a otros.

Son el mejor manitas. No se te ocurra llamar a ningún oficio para que te arregle algo de casa: se remangan, sacan el destornillador, alejan la mirada bajando las gafas a la punta de la nariz para ver mejor la rotura e voilá!!!! Identificado el fallo!!! Meten el destornillador, giran a la derecha, luego izquierda, aprietan fuerte y... listo!!! El oficio al que después llamas, finalmente lo arregla, pero te cuesta el doble porque se ha roto más con el arreglillo del jefe de la manada... Segunda conclusión: Sé independiente. Si algo se estropea, llama directamente al oficio y no des lugar a voluntarismos...



Los Reyes de los caprichos.  Poseen una facilidad pasmosa para adquirir la última novedad llegada al mercado, ya sea tecnológica, a motor, videojuegos, con ruedas... da igual, siempre intentarán ser los primeros en tenerlo. Es vital para ellos "ser los primeros", y da igual las veces que intentes hacerles entrar en razón, así que... sal a la calle, llena los pulmones de aire a la vez que cuentas hasta 10, vuelve frente a él y dale unas palmaditas en la espalda... resignación... esa es la receta...


Extraña relación Ikea: amor-odio. Todos se pavonean de su odio por los grandes almacenes suecos. Por lo visto somos nosotras las que les obligamos a ir, dicen que es aburrido y un coñazo apuntar y luego encontrar las cosas... y encima luego te lo tienes que montar tú!!! Pero una vez sacados los pedazos de la cosa, expuestos en el suelo y a mano su famoso destornillador Phillips... ponen en un atril un capítulo más de la Biblia Ikea (también llamada "Instrucciones de Montaje") y empiezan a montar... Tres horas después sigues sin ver el escritorio (tablero + 4 patas), pero sí ves 4 cervezas que han sido necesarias para entender el manual... Paciencia, porque, aunque siempre queda el ponerte tú a montarlos (Ikea ya cuenta con ello, por eso las instrucciones son esquemáticas), no tiene la misma gracia... Aguanta, ¿y lo que te puedes reir mirando? Vamos, que al final tendrás escritorio... :-P


Como tampoco quiero ser demasiado incisiva, diré que estos puntos no son críticas, sino meras exposiciones de una realidad: la mayoría de los chicos son así, lo que no quiere decir que sean ni mejores ni peores que nosotras. Simplemente, así... Otro día expondré mi teoría femenina, también llamada "Porque yo lo digo", y veréis que no es feminismo...

Bye!!!




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